Sin lugar a dudas, la ciencia y la tecnología han sido catalizadores del progreso socioeconómico en el mundo. Durante la mayor parte del siglo XX, el Producto Interno Bruto (PIB) de países desarrollados creció aceleradamente gracias al progreso tecnológico, resultado de una inversión sostenida y creciente en las actividades de investigación y desarrollo.
La generación nacida en la segunda mitad del siglo ha sido testigo de la notable transformación sin precedentes en la historia y nuestro país no fue la excepción a este fenómeno.
Ya desde el S XIX, Costa Rica apostó a la educación –incluidas las disciplinas científicas – y el posterior establecimiento del primer centro de educación superior dieron muestras inequívocas de lo estratégico de esta área para el país. Medicina, Cirugía, Ingeniería Civil y Arquitectura, así como la enseñanza de la física y la química fueron parte de los aportes que el Dr. José María Castro Madriz realizó al desarrollo científico – tecnológico del país por ahí de 1872.
La posibilidad de estudio de costarricenses connotados en universidades europeas, así como las oleadas periódicas de científicos e investigadores extranjeros al país, propiciadas por el Gobierno y las autoridades de educación, sentaron las bases de la posterior consolidación de la comunidad científica en Costa Rica.
Con sus visionarias investigaciones, Clodomiro Picado abordó la causa y posibles soluciones a problemas tanto de salud humana como del agro costarricense, intentando responder a las necesidades de su tiempo. Y él es sólo uno de ese de pioneros de la investigación científica en el país.
Con la creación de la Universidad de Costa Rica en la década de los cuarenta se dio un nuevo impulso a las investigaciones científicas y tecnológicas, propiciando la inversión en capacitación del recurso humano. La década de los setenta marcó el desarrollo y consolidación de la especialización científica y tecnológica destacando la creación del Instituto Tecnológico de Costa Rica (1970); el Consejo Nacional de Investigaciones Científico– Tecnológicas /CONICIT) y la Universidad Nacional en 1972.
Para 1977 se crea la Universidad Estatal a Distancia (UNED) con la finalidad de incorporar a la educación superior a quienes no hubieren logrado ser parte del sistema universitario formal, en especial a las y los jóvenes de las zonas fuera del Valle Central.
Las políticas Ciencia y Tecnología de Costa Rica se remontan al año de 1963 cuando el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas estableció un comité denominado United Nations Advisory Comité for Aplication of Science and Technology (UNACAST) formulado en la Conferencia Internacional: “Aplicación de la ciencia y la tecnología en beneficio de las regiones menos desarrolladas”, en las que se definió la prioridad de la instauración de entidades responsables de la Ciencia y Tecnología en los diferentes países de Latinoamérica.
Fue así como a partir del año 1964 se realizan mejoras institucionales y una captación de recursos financieros externos para la investigación y preparación de recursos humanos en diferentes área estratégicas, definidas por el Estado, así como un componente sustancial para la divulgación y transferencia de los resultados obtenidos en la investigación.
Los orígenes del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT) se remontan al “Programa Nacional de Ciencia y Tecnología” en el primer gobierno del Dr. Oscar Arias, cuando se realizó la designación del Dr. Rodrigo Zeledón como primer ministro de la rama. Durante dicho período se estructuró y estableció el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, oficializado con la aprobación de la “Ley de promoción del desarrollo científico y tecnológico” de junio de 1990, Ley 7169.
Esta ley incluyó la reestructuración legal del Poder Ejecutivo, estableciendo la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Es también en este período que se concreta el préstamo BID/CONICIT-CONARE y el Programa de Gestión Tecnológica. Se convierte el MICIT en el interlocutor permanente del sector científico nacional, tan necesario para el desarrollo económico del país, considerando las tendencias mundiales y el fenómeno de la industrialización del conocimiento.
Entre 1990-1994 el MICIT, mediante su Programa Nacional de Ciencia y Tecnología orientó su quehacer para que el país obtuviera un mayor dominio sobre las tecnologías adquiridas, buscando que la ciencia y la tecnología permitieran lograr un mayor grado de eficiencia y eficacia en el sector público, aumentando a su vez la competitividad y crecimiento del sector productivo nacional, con la creación y fomento de programas como: el Centro de Desarrollo Tecnológico, el Centro de Gestión Tecnológica e Informática Industrial, el Programa de Modernización Agroindustrial e Industrial, Centro de Incubación de Empresas de Base Tecnológica, el Programa de Calidad y la Productividad y los Mercados Tecnológicos, entre otros. También durante este periodo entre las seis áreas temáticas estratégicas se consideró la “Divulgación y Promoción de la Ciencia y la Tecnología”, promoviéndose la creación de la Academia Nacional de Ciencias, la Asociación de la Promoción de la Ciencia y la Tecnología PROCIT, se consolida la creación de los Colegios Científicos, el Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura (Museo del Niño). Además se impulsan actividades de integración en el campo de la ciencia y la tecnología en Centroamérica e Iberoamérica y se comienza entre otros el Programa Nacional de Informática 1990-1994, cuyo objetivo fue promover la utilización de la informática como instrumento para plantear cambios en el ambiente tecnológico y cultural del país.
Al cierre del primer decenio de creación (período entre 1994-1998) el MICIT continuó con su proceso de consolidación institucional, dirigiendo su planteamiento estratégico hacia el fomento y apoyo del desarrollo de la competitividad en el país, aprovechando sus ventajas competitivas. Durante el año 1994, con una visión de largo plazo, se elabora el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología, Calidad e Innovación “Hacia un desarrollo nacional sostenible orientado por los nuevos requerimientos de competitividad y las necesidades nacional”. La elaboración de dicho Plan Nacional logró reunir el consenso, la interacción y el trabajo grupal entre los sectores involucrados, los cuales gestaron un nuevo enfoque político y organizacional. Como parte de este ambicioso plan se formularon 11 Programas Nacionales, en las siguientes áreas: Desarrollo Científico, Desarrollo Tecnológico de los Sectores Actuales, Desarrollo de la Industria Electrónica, Desarrollo de la Tecnología de Información, Desarrollo de las Autopistas de Información, Desarrollo de la Biotecnología, Desarrollo de la Industria de los Nuevos Materiales, Desarrollo de la Industria de la Química Fina, Desarrollo de la Tecnología y Ciencia Ambiental, Programa Nacional para la Productividad/Calidad y el Programa Nacional para el Desarrollo de la Innovación.
Una de las prioridades de este periodo fue la atracción de inversiones con alto contenido tecnológico para Costa Rica, con la visión de un país que ofrece ventajas competitivas diferentes a los del resto de la región, tales como la excelencia de los recursos humanos disponibles y los logros obtenidos en materia de educación, salud, energía, telecomunicación, protección ambiental, seguridad jurídica y estabilidad política. En general la estrategia dio buenos frutos y el país se dotó de nuevas capacidades competitivas y con la obtención de estas, convertir las múltiples oportunidades que tenía el país en realidades y disminuir así las amenazas.
Entre 1998 y 2002 el MICIT avocó sus esfuerzos hacia la regionalización y democratización de la ciencia y la tecnología, fundamentada en el Programa Nacional de Ciencia y Tecnología “Por el conocimiento hacia el Desarrollo”. En éste periodo MICIT lideró la atención que demandó el llamado “Problema informático del año 2000”, el cual se abordó bajo un esquema sectorial, siguiendo el Plan Nacional de Acción y de la Guía y Estrategia.
Durante este lapso se impulsó uno de los proyectos más ambiciosos de interconexión nacional a las grandes redes de información y comunicación en beneficio de la industria, el comercio, la productividad empresarial, la educación, la salud, y por consiguiente clave para el desarrollo de la sociedad en esta nueva era; se creó el proyecto “Red Avanzada de Internet”, para el cual se utilizó los recursos e infraestructura existentes, de acuerdo a la legislación vigente y a la institucionalidad nacional y sin poner en juego el futuro tecnológico del país, permitiendo modernizar el Sistema Nacional de Telecomunicaciones y dar los primeros pasos para desarrollar el Proyecto Agenda Digital del gobierno (firma digital, portal de gobierno, entre otros).
Con el fin de lograr un ambiente propicio para la innovación tecnológica y su incorporación en los procesos productivos del país, durante 1998 y 2002 se creó el Fondo Concursable para el Financiamiento de la Gestión Tecnológica para la Reconversión Industrial con el objetivo de mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, iniciativa que viene a complementarse con el apoyo del Ministerio para la Consolidación del Sistema Nacional para la Calidad (que incluye la creación del Ente Costarricense de Acreditación), establecido por la Ley 8279.
Durante los años 2002-2006, la meta principal fue contribuir a la consolidación de un modelo de desarrollo irreversible, basado en las variables de la ciencia y la tecnología para establecer una economía basada en el conocimiento. Mediante el marco de siete políticas públicas nacionales en Ciencia y Tecnología y la identificación de tres polos estratégicos (Biología, Ciencia e Ingeniería de los materiales y Tecnologías de Información y Comunicación) se impulsaron una seria de acciones para fortalecer o crear más eslabones en la cadena productiva y ofrecer nuevas ventajas comparativas en el largo plazo. Es durante este periodo que se aprueba el reglamento del Fondo Propyme (Ley 8262) y se inicia el proceso de convocatorias para el financiamiento de proyectos de innovación tecnológica. Se crea el Laboratorio Nacional de Nanotecnología y se formula la creación del Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBIOT) como un proyecto de cooperación de la Unión Europea y la República de Costa Rica.
Durante esta última etapa se consolidan los Consejos Regionales de Ciencia y Tecnología, y se estructura el Programa Nacional de Ferias Científicas, se consolida el Programa Aula Móvil y se promueve la creación de los Colegios Científicos (Puntarenas y Alajuela), Encuentros Tecnológicos y el Proyecto de Creación de Empresas de Biotecnología en los Colegios Técnicos Profesionales. Además se llevan a cabo acciones en el campo de las tecnologías de información, promoviendo la segunda fase de la Red Internet Avanzada y la Red Nacional de Investigación y Educación Avanzada (CR2Net), se aprueba la Ley 8454 Ley de Certificados, Firmas Digitales y Documentos Electrónicos y se establecen los Centros Comunitarios de Acceso a Internet.
La administración 2006-2010 centró su accionar principalmente en el acercamiento de la ciencia y la tecnología a la población costarricense, en la importancia de incorporar el tema del emprendimiento y la innovación en la educación costarricense y en estimular el aumento de la inversión en investigación, desarrollo e innovación. Se logró durante este periodo el establecimiento de 270 Centros Comunitarios Inteligentes (CECI’s), que brindan servicios gratuitos de acceso a Internet y capacitación (alfabetización digital), con estos centros se acercó la ciencia y la tecnología a poblaciones como los adultos mayores, los sectores de bajos ingreso, las amas de casa, las familias en condiciones de pobreza, los inmigrantes y en general los grupos con menos oportunidades, logrando reducir la brecha digital.
Basados en los resultados obtenidos del diagnóstico del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, elaborado por el MICIT y la Comisión Nacional de Innovación, durante el periodo 2006-2010 se da sustento a la Creación de la Dirección de Innovación en el MICIT y la Secretaría Técnica de Innovación, que trabajaron en el establecimiento de directrices básicas para fomentar la innovación, sintonizados con las corrientes que en esta materia se dan a nivel internacional, se elabora un documento revelador de la situación, denominado “Atlas para la innovación en Costa Rica”. Además, ante la necesidad - expresada por diversos sectores - de contar con indicadores de ciencia, tecnología e innovación, que fueran confiables y comparables tanto a lo interno del país como en el ámbito internacional se establece por decreto la creación del Sistema Nacional de Indicadores de Ciencia, Tecnología e Innovación. Adicionalmente, dentro de los esfuerzos de modernización productiva, se logra el establecimiento de la infraestructura tecnológica necesaria para garantizar la integridad, autenticidad y no repudio de los documentos firmados electrónicamente, con el establecimiento de la Autoridad Certificadora de Firma Digital y en julio del 2009 inicia operaciones el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot).
Con la formulación del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2011-2014 (enmarcado en el eje sobre Competitividad e Innovación del Plan Nacional de Desarrollo “María Teresa Obregón Zamora” 2011-2014), se orientaron los esfuerzos a fortalecer las capacidades nacionales, apoyar el capital humano de alto nivel, la apropiación social de la ciencia y el fomento de las vocaciones y el fortalecimiento del marco institucional. Mediante la utilización de la metodología “juicio grupal ponderado” un foro de expertos identificó siete áreas programáticas de intervención: Ciencias de la Tierra y el Espacio, Nanotecnología y Nuevos Materiales, Biotecnología, Capital Natural, Salud: Enfermedades Emergentes, Energías Alternativas y Tecnologías Digitales. En estas siete áreas se centró el accionar del MICITT en forma prioritaria, así como a la formación de Gestores de Innovación. Además durante ese periodo se continuó el impulso del programa de Centros Comunitarios Inteligentes con el fin de disminuir la brecha digital y alcanzar las metas de desarrollo social, mediante la capacitación de los usuarios de estos centros, en especial a la población adulta mayor y personas con capacidades especiales.
Veintitrés años después de su creación, el día 25 de junio del 2012, la Ley 9046, adhiere el Sector de Telecomunicaciones al MICIT, por lo que, a partir de esta fecha se denomina Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) y se amplían sus objetivos y funciones.
Con el objetivo claro de llevar a Costa Rica hacia el desarrollo por una senda del conocimiento y la innovación, la administración Solís Rivera presentó el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2015-2018 (PNCTI) y el Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones 2015-2018 (PNDT) enmarcados ambos en el Plan Nacional de Desarrollo Alberto Cañas Escalante con miras a forjar una visión país más competitiva y mejor conectada con la dinámica global en la que el Estado asume un rol más dinamizador de la productividad, el crecimiento económico y el desarrollo humano sostenible, articulando su quehacer con el sector privado y la sociedad civil.
Están establecidas las áreas estratégicas de: Educación, Ambiente y agua, Salud, Energía y Alimentos y Agricultura. Las cuales contienen proyectos a implementar tales como la Creación de un Instituto de Prospección y Formación Nacional para la Productividad, la Creatividad y el Bienestar; el diseño de un Modelo de Intervención mediante CTI hacia el Sistema Educativo costarricense; el establecimiento de una Estrategia Sectorial de Fomento de las Vocaciones Científicas y Tecnológicas Multisectorial.
Sectorialmente presenta 3 proyectos: Política Nacional de Sociedad y Economía Basadas en el Democratización del uso del Espectro Radioeléctrico para TV Digital.
El nivel alcanzado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en los diferentes periodos desde su creación, ha sido posible principalmente por la acción coordinada con los sectores privados, académico y público, que vienen a apoyar los diferentes programas que constituyen el accionar del Ministerio. Este accionar también tiene un Marco Jurídico con instrumentos que se han emitido para la adecuada promoción del desarrollo científico y tecnológico.